Ahora último paso publicando sin
título, no es que publique demasiado, pero lo que he publicado, va “a la buena
de Dios”.
Lo cierto es que nunca he sido
buena con los títulos; en la universidad me daba muchos problemas, a veces
demasiado clichés o muy aburridos, que no resumían bien el contenido, así que
me asusté tanto, que dejé de poner títulos y ponía meras descripciones.
Eso me ha significado un problema
con los cuentos y, a veces, hasta en el trabajo. Es como si mi creatividad
desapareciera ante la posibilidad de un título. Cuales pájaros confianzudos si
escapan de mi por más que los persigo.
Quizás le das al título demasiada importancia. Salvo que seas periodista, cualquier palabreja o conjunto de palabrejas vale, ¿no? ;-)
ResponderEliminarJajaja, en teoría no; en la práctica ni idea. Dicen que el título es como tu carta de presentación.
EliminarPero Gemeli, los títulos sólo tienen que fluir :), no pienses demasiado. Besos!
ResponderEliminarDepende, si es la carta de presentación, si debería importar ;)
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