Es más que conocida la ventaja de
las redes sociales. Nos permiten mantenernos en contacto con personas con las que
probablemente antes lo hubiéramos perdido. Nos hace conocer personas afines y conocer
lo que sucede en otras partes del globo. Las redes sociales borran los límites.
Sin duda, esto suena maravilloso, pero a menudo nos olvidamos de el lado oscuro
de las redes sociales.
Ayer en la noche, desinstalé la aplicación
para celular whatsapp porque si bien me permitía ahorrar un montón en mensajes
de texto y estar en contacto con personas para hacer cualquier comentario que
me viniera en gana, me trajo más problemas que ventajas. Si me pongo a pensar
seriamente, ¿cuánto de esos contactos realmente necesitaba?, ¿cuántas veces me
hizo perderme buenos momentos con personas con las que esta cara a cara y con
quienes tenía una relación más profunda?, ¿cuántas horas de descanso me
quitaron los grupos de trabajo que eran incapaces de respetar los fines de
semana o la noche? ¿cuántas personas se ofendieron porque vieron el doble
check, pero que yo no les contesté? Y así, suma y sigue.
No sólo whatsapp, sino la mayoría
de las redes sociales que exigen instataneidad, te ofrecen conexión, pero a
cambio de la vida misma. Y allí hay un límite importante, ¿sabemos ponerle límite
a las redes sociales para que sean herramientas de nosotros y no al revés? Creo
que la respuesta es no, es por ello que ha surgido la tendencia de la desconexión
y que parece venir fuerte para este 2014 y es que la gente o se desconecte o
pague para que la desconecten (la última opción, confieso, me parece penosa,
pero no niego que me haría bastante bien) .
Las redes sociales nos permiten
conectarnos con otros, pero el uso excesivo nos hace desconectarnos de nuestra
realidad, de los encuentros cara a cara, de la belleza de escuchar el tono de
voz del otro, de sentir la cercanía de la piel e incluso de vez en cuando, de
aburrirnos y de esperar las noticias impresionantes y no exigirle a la vida que
nos sorprenda a cada rato con “noticias destacadas”.
Te entiendo, y la verdad no lo había pensado de esa forma...Reflexionaré acerca de ese porque estoy cayendo en ese círculo de las conexiones instantáneas...Gracias por tu entrada.
ResponderEliminarSi, yo lo he pensando harto y más que estigmatizarlas es verse uno y ver cuando dependiente somos...
EliminarYo también te entiendo... y coincido contigo. Simplemente no tengo celular.
ResponderEliminarUn abrazo desde Buenos Aires.
Es mejor, yo aún no puedo llegar a eso, pero quien sabe...
EliminarTe cuento que las nueve horas que estoy en mi casa por supuesto que tengo el teléfono normal y en las nueve o diez que estoy en el trabajo, tengo un teléfono a dos metros de mi escritorio, así que no es que esté tan incomunicado. Pero, por el momento... al celular me niego.
EliminarIgual tienes razón, pero a veces es un mal necesario, en este mundo tan conectado, ahora estoy en un grupo de whatsapp por el deporte que practico y confirmamos asistencia por ahí XD, si no existiera "silenciar" me volvería loca. Me encantaría llegar y desinstalar todo, pero es complejo :(
ResponderEliminarEs que uno cree que es más necesario de lo que es, eso es lo tétrico de las tecnologías, te hacen creer que las necesitas y la verdad es que son buenas herramientas, pero eso no más, la cuestión es cuando uno se vuelve la herramienta de la tecnología.
Eliminar¡Hola Mariposa!
ResponderEliminarEsta cuestión que planteas es "el tema" de nuestro tiempo, en lo que a relaciones humanas y sociales se refiere.. :-)
Mi opinión es que no se deben tratar de conservar las pautas tradicionales de actuación cuando ha cambiado completamente la tecnología. En otras palabras: no pueden exigirte, o no puedes exigirte a ti misma, dar una respuesta inmediata, en un contexto en el que la tecnología permite un acceso inmediato a tu persona. Creo que esa exigencia excede del comportamiento "educado" en las circunstancias actuales. Yo tengo whatsapp y me parece una maravilla, le encuentro una utilidad enorme, pero seguramente porque no me impongo la obligación de contestar de inmediato (muchas veces porque no puedo, y otras porque no me apetece). Es cierto que hay personas que se molestan si no les contestas en cuanto ven el double check, pero mira, mala suerte... realmente son esas personas las que usan mal la tecnología.
Ahora, no te quepa la menor duda de que en las redes sociales somos la herramienta de la tecnología... somos unas hormiguitas encargadas de suministrar la información, los "contenidos", que esas redes necesitan para existir. Yo facebook no tengo, con lo cual a esa gente no les doy nada, pero anda que no estoy suministrando textos y fotos a blogger de forma completamente gratuita :-)
Un abrazo
Bueno, es que tu uso es sano, pero no estoy segura de que tan fácil es. En mi caso, siendo súper conciente y considerando que estudio el tema, creo que a ratos me amarra.
EliminarDe hecho, me enteré que me siguen enviando mensajes de whatsapp!!!