lunes, 24 de febrero de 2014

Cortometraje animado

El otro día vi en facebook este cortometraje de animación.
Me gustó mucho la estética del corto, la animación y la historia, así que aprovecho de compartirlo con ustedes por este medio.
Les comento que el idioma no es un impedimento, ya que no es hablado.
¡Abrazos!

http://rutube.ru/video/893b248786de0bcd2823decb613d5797/

viernes, 21 de febrero de 2014

Cartas y juegos

Ya había mencionado cuánto me gusta la papelería, así que dando un paso más allá he comenzado a enviar las cartas.
No se vaya a malentender. Me encanta la posibilidad comunicacional de Internet, pero una carta no es lo mismo que un correo electrónico. Tampoco aspiro a una idealización de una carta, pero si creo que a nivel de lenguaje y comunicación ningún medio está demás. Las cartas nos entregan posibilidades comunicativas más tendientes a una escritura pensada y repensada. Tiene un lindo carácter de intimidad y el romanticismo de la escritura.
Antes escribía cartas a una amiga, pero ahora las enviaré, así que estará la emoción de la espera y de las respuestas. Lo cierto es que no sé si este experimento escritural funcione, pero sólo de embarcarme en la posibilidad, me entretieney ¿qué es la vida si no un juego?


martes, 11 de febrero de 2014

Te blanco con frambuesas y trocitos de canela


Hace un tiempo fui a una feria de productos gourmet y me pegué en una tienda de té orgánico. Las variedades se veían muy lujosas envueltas en tela y los sabores contenían productos chilenos, como uno con hojitas de árboles típicos de acá. Como podían comprarse por unidad, adquirí la mayoría de mezclas que contenían berries (no eran tantas, sólo 3) porque a mi y a M nos gustan. Pensé en guardarlos para ocasiones especiales.
Las ocasiones especiales no llegaron y cuando encontré -hoy- el té blanco con frambuesas y canela, pensé ¿por qué este té no fue compartido? Creo que mi error es que cada vez que pensaba en prepararlos, la ocasión no era suficientemente especial.
No sé si hayan tantas ocasiones súper especiales en la vida, quizás lo especial hubiese sido compartir un té rico con M porque para eso los compré, para compartir algo rico con él. Quizás no hay que esperar demasiado estas "ocasiones especiales", sino entender que lo especial está en lo cotidiano de disfrutar la compañía y hacerle cariñito con un té rico.


miércoles, 5 de febrero de 2014

Danza del cortejo


No recuerdo cuando fue la primera vez que vi una foto de un pavo real, ni la primera vez que vi uno en vivo, pero marcaron una diferencia sustantiva en mi percepción de los pavos reales. Sé que los vi en fotografía primero, los encontré hermosos y majestuosos, sus colores fascinantes. Realmente merecían el nombre que les habían puesto y me encantaban.
Un día vi un pavo real en vivo –probablemente en el zoológico metropolitano- y en la misma jaula de los pavos reales, vi también otra ave de gran tamaño, pero más pequeña y mucho menos majestuosa que los pavos, así que cuando pregunté que era, me llevé la sorpresa de mi vida, porque si eran pavos reales pero hembras.
De esa fecha hasta ahora, tengo un conflicto no resuelto con los pavos reales y mi pregunta sin sentido es porqué los machos son tan bonitos y vistosos y las hembras no. Ya sé cual es la razón, pero la respuesta no me conforma, así que me pillo escribiendo y preguntándome lo mismo que cuando era una niña.
En fin, luego de recibir ese golpe visual y enterarme de la dura realidad, me explicaron que no es que la naturaleza deje todo al azar. El motivo de que los pavos machos fuesen más vistosos es porque ellos son los que cortejan y, por lo tanto, su tamaño, colores y plumaje son así en función de atraer a las hembras para aparearse.
¿Y a qué viene todo esto? Supongo que al hecho de que en la mayoría de las especies el asunto funciona así, pero no en la humana.
En la época victoriana habían códigos rígidos para la conquista, se hacían tales y tales pasos y signos, eso significaba que la otra persona tenía interés. La ventaja era la claridad del mensajes (en la mayoría de los casos) y la desventaja era precisamente la rigidez, que llevaba a que muchos matrimonios apenas se conocieran realmente antes de casarse. Pero las cosas han cambiado.
Me quedé hasta tarde ayer (u hoy hasta temprano) y un poco antes de la una de la mañana decidí irme a dormir, pero la tarea era titánica. No sólo porque hacía calor, sino porque mis vecinos decidieron realizar su propia danza del cortejo y estaban en su patio gritándose para conquistarse (Para contextualizar, salvo que tengas dinero en Chile, las cosas son pequeñas, así que uno quiera o no escucha al vecino). Apoyada en mi almohada, escuchaba una a una las canciones que uno le ponía al otro, pero el cortejo no era como el de los pavos reales porque él la trababa mal y ella a él, ambos se descalificaban en su juego de conquista y él no hacía precisamente un display de interés. Era como me gustas, pero te descalifico y no puedes escuchar ni la música que te gusta porque yo tienes que poner la que a mi me interesa, es decir, tienes que responder a mis condiciones.
Entonces, pensé en que ahora cortejarse resulta ser una tarea titánica (más que dormir con los gritos y música a todo volumen) y que sería mejor que tuviéramos plumas, en su defecto, una serie de normativas rígidas. Que quede claro que no idealizo un período (que viva mi relativa libertad), pero si supongo que de vez en cuando, sería lindo ver el otro cortejo, el de las plumas de los pavos reales y la galantería masculina.