Leí mucho en las redes sociales frases del tipo: "Un año nuevo no hace los cambios, los hace uno" o "Cambia un día, no tu vida, no pongas las expectativas en eso". Eran en general frases que apuntaban que poner esperanzas en un nuevo año, no valía la pena, que había que poner de uno para cambiar las cosas.
Voy a ser sincera, suena bastante razonable, pero creo que olvidan que el inicio de un año es, por ejemplo, un buen momento para que te despidan y así fue en mi primer día laboral, el 2 de enero del 2014. A los pocos días me explotó una enfermedad al riñón; nuevamente, un evento fuera de mis manos, pero que si generó un cambio de rumbo en mi vida y así siguieron sucediendo eventos...
También tomé mis decisiones, no lo niego. Decidí dejar de tomar pastillas para la depresión porque no me reconocía, dejé de ir a la psicoterapia porque la psicóloga estaba convirtiéndose más en una amiga que en una psicóloga y era muy tendenciosa en sus opiniones de vida...
En fin, creo que las frases que leí, si bien eran razonables, no eran del todo cierto. Serían cierto si todo dependiera de nosotros, pero no. Los ritos son fechas que marcan hitos y así fue como cerraron mi proceso laboral, en parte, eso hizo que me gatillara la enfermedad y así. En lo personal, sacó lo bueno. Comencé a trabajar en un edición, que es algo que me gusta bastante -más que bastante-, mis padres me han cuidado mucho y aunque dejar de tomar pastillas ha sido duro, he tenido que darme cuenta de que tomé un montón de malas decisiones de las que ahora tengo que pagar las consecuencias, la oportunidad de volver a ser yo es un horizonte al que aspiro.
Sin duda, la frase inicialmente razonable, me parece que está muy teñida de la visión individualista porque te carga de toda tu felicidad e infelicidad. Yo creo que he intentado hacer las cosas bien, estoy en paz conmigo, pero necesito trabajar, necesito estar sana y bueno, necesito que me disculpen... Todo es ajeno a mi, pero yo veo el lado bueno, eso si, el 2014 empezó para mi y me ha obligado a hacer nuevos, cambios. Cual Odiseo, me subo al barco a intentar volver a Itaca, después de haberme desviado un buen tramo.