jueves, 28 de noviembre de 2013

Gatita, 2da Parte

(Si tienes el poder para hacer a alguien feliz, hazlo. El mundo necesita más de eso)

 
Me han instado, con justa razón, a escribir que sucedió con la gatita ante la terrible situación de abandono.
En primer lugar, era gatita. Finalmente, no me aguanté y la llevé al fds a mi casa, la tuve encerrada en mi pieza, pero estaba débil, así que no se dio por aludida. De todas maneras, era curiosa y cariñosa.
La llevamos al veterinario y nos dijeron que se notaba que no se había alimentado este último tiempo, pero que estaba sana, lo cual fue el primer alivio porque muchos gatitos callejeros suelen agarrarse algún bicho, eso si, antes de entregarla era necesario tenerla una semana en la casa.
Y bueno, si uno me decepciona, dos me llenan de esperanza. Primero, mi amado cronopio que accedió cuidarla una semana y darle toda la comida y cuidados necesarios. Cuando la volví a ver, era una cachorra totalmente distinta, era una cachorra llena de energías, jugando y explorando el mundo. La segunda buena noticia llegó el fds que me tuve que llevar a la gatita a mi casa. Me llama un amigo porque su pareja quiere un gatito y aunque pensamos que se iban a oponer a que fuera hembra, finalmente, la familia accedió.
La entregamos un domingo, ya repuesta y curiosa, llena de vida y entusiasmo. La familia la esperaba, le había comprado cama, baño, arena y juguetes. Me preguntó qué comida había que darle y a qué edad esterilizarla.
Al principio desconfié, no lo negaré. ¿Podrían hacerse cargo de ella? Finalmente, la pareja de amigo tenía demasiada energía y ¿si iba a manos peores? Lo bueno es que me equivoqué, a veces uno tiende a ser soberbio, pero la vida dice otra cosa. He hablado hoy con su nueva familia y todos aman a la gatita, quien se los ha sabido ganar a todos con su encanto.
La familia juega y regalonea a la gatita, quien tiene como preferencia dormir en la cama del adoptante.
Así que, a quien me ha instado a escribir, gracias. Porque a veces, veo lo negativo y me quejo, pero no celebro. Tama, como bautizamos a la gatita, ahora no sólo tiene casa estable, sino una familia que cuide de ella y bueno, a mi y a mi cronopio, que seguiremos velando por ella.
Pienso en mi propio dolor y miedos, de sólo salvar a una, pero salva a una vale la pena porque una vida es un mundo. ¡Gracias por cruzarte en mi vida, Tama! A tus cortos 3 meses, me has dado muchas lecciones sobre la vida.

viernes, 15 de noviembre de 2013


He encontrado un gatito en una calle muy transitada de la ciudad. Era muy muy pequeño y yo no lo puedo tener, pero le di refugio en el patio de mi trabajo, que de suerte no echan a los gatos.

Este tipo de situaciones no me hacen creer en la humanidad, porque es gente dañando a nuestros hermanos menores y sin herramientas.

El pequeño está bien y se me pega, obvio, si es muy chiquito (o chiquita), pero ahora me da pena tener que dejarlo el fds porque tengo muchos animales estresados en la casa y no vivo sola para decidir.

Espero que así como alguien me decepcionó, otra persona me haga recobrar la fe en las personas.