lunes, 12 de noviembre de 2012

Van Gogh decía que los girasoles eran un poco suyos, que quizás muchas cosas le faltaban -artísticamente hablando-, pero que algo había atrapado de los girasoles.
No tengo la edad de Van Gogh y menos su talento, pero hoy me siento un poco como él en la angustia, sin mis girasoles, sin mis pinturas, encerrada en el manicomio al que me han confinado porque no me entienden.